San Luis de la Paz, Gto. Domingo, 1 de diciembre de 2013. “¡Ahí viene la peregrinación, ahí viene!”, gritaba una niña a su familia en la calle Rayón, para que se dieran prisa en salir de su vivienda. Le hicieron caso, porque salieron corriendo cargando sillas para estar cómodos. Era tanta la ansiedad por la llegada de este acontecimiento, para muchos la tradición más bonita e importante del año. La espera ha terminado. Las Peregrinaciones Guadalupanas 2013 han comenzado, para el regocijo de ellos y del pueblo entero.
A pesar del tiempo, la gente sigue disfrutando con la misma intensidad las peregrinaciones a Nuestra Señora de Guadalupe. Este año se cumplen 66 años de que empezaron y el fervor sigue más activo que nunca. ¿Qué sentirían y pensarían Feliciano Rodríguez Reyes y su hermano Chayito (cuyos familiares peregrinaron esta noche) si hoy vieran que la tradición que ellos empezaron en 1947 ha crecido de esta manera?
La primera peregrinación del 2013 emprendió a las 7 p.m. en un lugar diferente del de costumbre, en la esquina de las calles Velasco Ibarra y Doctor Mora. A los organizadores les permitió evadir el caos vial, que antes se hacía frente a la Central Camionera por la salida de los autobuses. Después de dar vuelta en Zaragoza, y tomar Rayón la ruta fue la misma de siempre.
Un trío de personas cargando un Cristo y un par de cirios que la encabezaron nos recordó que esta era una procesión de fe. Atrás, iba el Padre Antonio Cendejas, capellán del Santuario. Después, les siguieron diversos contingentes, siendo el más numeroso el de Locatarios y Tianguistas del Mercado Miguel Hidalgo. Fueron acompañados por bandas de guerra, danzas y carros alegóricos.
Miles de expectantes ludovicenses se aglutinaron en las banquetas y plazas para verlos pasar. Como siempre, el lugar más concurrido fue el Jardín Principal. Al arribar al Santuario de Guadalupe, fueron recibidos con repique de campanas. En el atrio, la explanada y calles aledañas, hubo música, actuación de danzas y venta de antojitos.
