San Luis de la Paz, Gto. 13 de diciembre de 2010. Han quedado atrás los días de regocijo y ruido. Ya no está presente el estruendo de las bandas de guerra y las danzas, ni mucho menos el rumor de la muchedumbre. La calma volvió a San Luis de la Paz, y al Santuario de Guadalupe, una vez terminadas las peregrinaciones. Se siente cierta nostalgia, como cuando alguien querido se nos va o algo bonito termina.
A menos de 24 horas del final de las fiestas Guadalupanas, nos encontramos un ambiente totalmente diferente. Anoche, las calles lucían atiborradas, hoy estaban desoladas. En la iglesia de la Virgen Morena, la situación era la misma. Ayer, no cabía ahí ni un alfiler, y era casi imposible pasar a visitar a Nuestra Señora, y esta noche el estacionamiento y el atrio eran suficientemente amplios para un enorme ejercito de feligreses.
Dos decenas de personas acudieron a la misa de Acción de Gracias a las 7:30 p.m. al Santuario, como indicaba el programa, pero encontraron las puertas cerradas. No obstante, se quedaron a rezar frente a ellas, porque una Madre tan buena siempre tiene abiertos sus oidos y corazón para sus hijos. Ella los miraba con cariño, desde lo alto del nuevo vitral arriba del pórtico, y desde una estatua en lo alto del edificio.
El silencio crea cierta nostalgia por lo vivido en las últimas dos semanas. Pero no durará mucho. En un par de días empiezan las posadas, luego llega la navidad, el año nuevo y el día de reyes. Así que por favor continúen con nosotros. Esto apenas se pone bueno. Nuestras tradiciones mexicanas tan bellas, viajaran desde San Luis de la Paz hasta dondequiera que estén, con tan solo un tecleado de su computadora.
