La Historia de Nuestra Hermosa Alameda
San Luis de la Paz, Gto. Martes, 26 de febrero de 2012. Indudablemente, uno de los mayores atractivos turísticos de nuestra ciudad es la Alameda Melchor Ocampo. Los ludovicenses nos sentimos muy orgullosos de ella, ya que es muy bella. Este parque lleno de espesos árboles y verdes prados, durante la Colonia fue una enorme hortaliza, propiedad de los misioneros de la Compañía de Jesús. Tras su expulsión, en 1767, pasó a manos privadas. En el siglo XIX, con una porción de ella, se creó ahí la Alameda; sitio donde alguna vez se celebró la feria en el siglo XX. En el 2007, fue condecorada por el Gobierno del Estado como el Mejor Espacio Urbano. Hoy, en ella nos enamoramos, paseamos, y hacemos deporte.
Durante la Época Colonial, los terrenos donde actualmente se ubica la Alameda pertenecieron a los jesuitas. Estos les fueron donados alrededor del año 1660 por Doña Isabel Velázquez y de Figueroa, María de Ávalos (indígena y criada de dicha señora) y Magdalena Melchiora (indígena).
Doña Isabel era viuda del capitán Francisco Goñi de Peralta. La pareja de españoles eran de los más ricos y poderosos del pueblo. Aunque también fueron conocidos por los atropellos que cometieron en contra de los nativos. Los esposos están enterrados bajo el altar de la actual Parroquia.
En los terrenos donados, los jesuitas construyeron la Parroquia San Luis Rey y su casa. Además, establecieron una enorme hortaliza, que iba desde atrás de la iglesia (en lo que hoy es la calle Matamoros), hasta lo que en el momento es la Cueva del Club de Leones.
En la hortaliza, cultivaban principalmente la vid. En su apogeo, llegaron a contar con miles de estas plantas. Si tenemos un poco de imaginación, al estar sentados en una de la bancas de la Alameda, podríamos visualizar a los misioneros cuidando sus plantas de uva, en el parque que tanto apreciamos en la actualidad.
Al ser expulsados los jesuitas de San Luis de la Paz y toda la Nueva España en 1767, la hortaliza pasó a manos de particulares. Así permaneció hasta mediados del siglo XIX, cuando una buena parte fue donada para crear un paseo público: nuestra Alameda Melchor Ocampo.
Existe una placa de cantera, en la esquina suroeste de la Alameda con la calle Victoria, que narra sus inicios. Apenas se puede leer y le falta un pedazo, pero dice: “Para recreo público y ornato se construyeron esta fuente y los cuatro sofás el 8 de diciembre de 1868. El costo de todo q fue de 568 (borrado) se expensó con el fondo municipal y el resto con donativos de varios ciudadanos q anhelan por agradecimiento (de aquí hacia abajo se cayó un pedazo de la placa)”.
Aparte de servir como jardín, en las primeras décadas del siglo XX en la Alameda y la calle 5 de mayo se celebraba la feria anual de nuestra tierra. Ha tenido algunas remodelaciones en su historia. La última más importante fue en 1977, durante el mandato del gobernador Luis H. Ducoing Gamba, originario de San Luis de la Paz. De tal acontecimiento, hay una placa metálica en el quiosco de la Alameda.
En el 2007, ganó el Primer Lugar en los “Premios a la Conservación del Patrimonio Edificado del Estado de Guanajuato”, en la Categoría de Espacio Urbano, obteniendo un estímulo de $90,000.00 pesos. Al presente, sigue siendo uno de los lugares más bellos en nuestra ciudad.